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HAMBRE EMOCIONAL: QUÉ ES Y CÓMO GESTIONARLA

En un mundo cada vez más agitado, muchos encuentran refugio en la comida para lidiar con emociones complejas. El hambre emocional o psíquica se refiere a la necesidad de comer motivada por sentimientos, en lugar de por hambre física. Este fenómeno, puede llevar a hábitos alimenticios poco saludables y afectar tanto la salud física como emocional.

Según la psicóloga Alejandra Carmona Carrasco, del Servicio de Psiquiatría de Adulto del HMS, el hambre emocional se vincula a la obesidad, como una enfermedad compleja que está asociada a múltiples factores, como la alta ingesta de alimentos calóricos y bajo valor nutricional y una escasa actividad física.

“Es importante preguntarnos qué es el comer emocional o el comer psíquico… es cuando injerimos alimentos, pero cumple otra función.. hay una emoción que no estamos elaborando”

Como señala la especialista, hay ciertas emociones que nos molestan, displacenteras, como la pena, la rabia, sensación de vacío o la ansiedad y para calmarlas “utilizamos la comida, como una forma de regulación emocional, de calmar esa emoción, por lo que la comida entonces se trasforma en un refugio emocional”, enfatiza.

A diferencia del hambre física, que surge de una necesidad real de nutrientes, el hambre emocional puede surgir repentinamente, causada por el estrés, la tristeza, la soledad o el aburrimiento, y es específica, ya que a menudo se antojan alimentos altos en azúcar o grasas.

Consejos para gestionarla:
1. Hacer deporte o alternativas saludables una caminata rápida o una sesión de yoga.
2. Evita el sedentarismo, en espacial estar conectados a pantallas durante largos períodos.
3. Alimentación sana y equilibrada. En lugar de recurrir a alimentos altos en calorías, busca alternativas saludables.
4. Evita el consumo de alcohol.
5. Duerme la cantidad de horas adecuadas para la recuperación de tu organismo.
6. Aprende técnicas de relajación como la meditación o la respiración profunda para manejar el estrés y las emociones negativas sin recurrir a la comida
7. Busca apoyo: Hablar con un amigo, un familiar o un terapeuta puede proporcionarte una perspectiva diferente y ayudarte a manejar tus emociones de manera más saludable.

Esta tendencia a recurrir a la comida, como respuesta a emociones intensas, es una tendencia que va en aumento y en todas las edades, a causa de lo acelerado y demandante que –a veces- está la vida. Las exigencias académicas, el trabajo, las necesidades de la familia o vivir un duelo, y no saber afrontarlos, pueden llevar a la adquisición de hábitos alimenticios poco saludables.

Al reconocer los desencadenantes emocionales y desarrollar estrategias para enfrentarlos, es posible superar esta tendencia y adoptar una relación más saludable con la comida.

Lo importante –recomienda la psicóloga Alejandra Carmona- es identificar cuando se está pasando por una etapa como la descrita, para buscar apoyo y ayuda. En este sentido, el HMS cuenta con un equipo de psicólogos y psiquiatras con la experiencia profesional requerida, para el tratamiento de este tipo de enfermedades emocionales.

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