“Fue una excelente experiencia profesional” señaló el Mayor (OSS) Eduardo Bustamante Salazar, médico internista del Hospital Militar de Santiago (HMS), quien participó en la nueva versión del ejercicio combinado y conjunto “Estrella Austral”, en el marco de un acuerdo suscrito entre las Fuerzas Armadas de Chile y EE.UU.

El propósito del Mayor Bustamante, quien lleva 3 años en el HMS y 12 en el Ejército como Oficial de Sanidad (OSS), fue brindar apoyo médico en el ejercicio internacional, a través del establecimiento y definición de los escalones sanitarios de evacuación, así como la atención de heridos, en el marco de la actividad y de casos reales, por lo que se realizaron atenciones médicas de rutina y de conveniencia.

Este ejercicio, que se desarrolló entre las regiones de Antofagasta y Magallanes es el más grande de Latinoamérica y participaron efectivos de las Fuerzas Armadas de Chile, Estados Unidos y España. Reúne a operadores de Fuerzas Especiales (FF.EE.) de distintas ramas de estas FAs, quienes durante 18 días, abarcaron un área de operaciones de 3.700 kilómetros, cubriendo casi la totalidad del territorio nacional.

“Eso entrega un nivel profesional altísimo, por la calidad de nuestras FF.EE. y por su espíritu natural de competitividad. Además, por nuestra parte, la sanidad opera permanentemente en el más alto nivel profesional, debido a que, independiente que se enmarca en un ejercicio, estamos preparados para actuar con pacientes reales y eso nos permite márgenes para ejercitar” señala el Mayor, dependiente del Departamento de Medicina.

Para el oficial de sanidad, es necesario el entrenamiento en condiciones adversas, como una situación de guerra simulada, con los recursos disponibles actuales, tanto físicos, como humanos. “Esto nos hace estar preparados para distintos escenarios y responder a las necesidades de la ciudadanía, en tiempos en que la sanidad de todas las Fuerzas Armadas han desempeñado roles fundamentales en situaciones de catástrofe, que lamentablemente han sido más frecuente en la última década” agrega.

En este contexto, fue necesaria la coordinación entre los efectivos militares de los tres países, los que a través de un lenguaje universal y estandarizado, lograron la capacidad de respuesta eficiente, desde los equipos de sanidad, en los que sus operadores cumplen su función, independientemente de conocer o no a la persona que trabaja a su lado.

El Mayor Bustamante estuvo encuadrado en el Lugar de Estabilización y Atención Móvil (LEAM), con una dotación de 9 operadores, que incluyeron; 1 oficial de sanidad, 1 enfermera de guerra, 1 comandante de unidad, 4 enfermeros militares de combate, 1 operador logístico de transporte y 1 enfermero veterinario, todos funcionarios del Ejército de Chile. Adicionalmente, coordinados con los enfermeros de combate de la Armada de Chile y efectivos de las FAs españolas, que actuaron como operadores de sanidad de primera línea en el ejercicio.